El Salmo 35 comienza con una invocación al Señor para que actúe como defensor y protector del autor. A medida que. Aquí, el salmista reconoce a Todopoderoso como su refugio y fortaleza. La Seguridad en Jehová se convierte en un escudo que nos protege de los ataques del enemigo.4. Que aquellos que buscan matarme sean humillados y despreciados.